La Lavandula dentata, comúnmente conocida como lavanda dentada o lavanda francesa, es una variedad de lavanda con características únicas que la distinguen de otras especies. Originaria de la región mediterránea, esta planta es apreciada tanto por su fragancia distintiva como por su atractivo ornamental en jardines y paisajes.
La lavanda dentada se caracteriza por sus hojas dentadas, lo que significa que tienen márgenes con bordes aserrados o dentados. Esta característica le da a la planta un aspecto interesante y texturizado en comparación con otras lavandas que tienen hojas más lisas. Las hojas son de color verde grisáceo y están dispuestas en tallos largos y delgados.
Las flores de la lavanda dentada son pequeñas y se agrupan en espigas densas de color violeta o lavanda claro. Estas espigas se elevan por encima del follaje, creando un efecto visualmente atractivo. La fragancia de las flores es similar a la de otras lavandas, con notas frescas y relajantes que han hecho famosa a esta planta en la aromaterapia y en la elaboración de productos perfumados.
Al igual que otras variedades de lavanda, la Lavandula dentata también es apreciada por su capacidad para atraer polinizadores, especialmente abejas y mariposas, lo que la convierte en una adición valiosa a jardines y espacios exteriores.
En cuanto al cuidado, la lavanda dentada prefiere suelos bien drenados y pleno sol. Es una planta resistente y puede sobrevivir en climas más secos una vez establecida. La poda ocasional después de la floración puede ayudar a mantener su forma y estimular un nuevo crecimiento. Además, puedes secar las flores para usarlas en arreglos florales, sachets o para hacer tus propios productos aromáticos caseros.
En resumen, la Lavandula dentata es una variedad única y atractiva de lavanda con hojas dentadas y flores fragantes. Su aspecto ornamental y su uso en la aromaterapia la convierten en una planta versátil y encantadora para jardines y espacios exteriores.
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